Ese momento de inferioridad que sentí, el mirarme al espejo
y verme mal, mirar a todas y tener lastima de mi misma. No quererme a mi misma
ni por un instante. El querer llorar y no poder hacerlo, por todas las
preguntas que me harían al verme así.
Tragarme todo lo que pensaba, e intentar estar bien pero
fracasar y no conseguir sacar una mínima sonrisa ni tan siquiera una sonrisa
falsa.
Sola en ese momento me sentí así al ver que nadie se acercaba
a preguntar –Que te pasa?
Bueno a veces la gente se equivoca, es el único argumento
que me queda.
Ya pasa todo, llegas a casa feliz como si todo los días hubiera
sido perfectos.
Pienso ya que me lo calle en ese momento, ahora habrá que contárselo
a alguien en la que confió y en la que su opinión me sirve de mucha ayuda, Mamá.
-Valórate y quiérete a ti misma, si no quien lo va ha hacer…
Que si me sirvió si y mucho, pensaras es una simple frase
que la dice mucha gente.
Pero si sale de la boca de mi madre, para mi es única y con
mucho significado.
Poco a poco me valoraré más, pensaré más en mi misma ya que
me hace mucha falta.
Y no me fijare cada minuto en mis errores, si no en las
cosas que hago bien.